Shkoder es una ciudad turística, de la nueva Albania. Principal punto de encuentro de mochileros provenientes de las aún más turísticas Croacia y Montenegro. Aquí en el hippie hostel «Mi casa es tu casa» conoceré a varios mochileros de todo el mundo que cuentan experiencias tales como la visita al castillo tal o la vuelta a caballo por nosedonde.

Shkoder es también punto de encuentro para aquellos que van a las montañas del norte, a los llamados Alpes albaneses. Este es mi caso.

Tan sólo 60km me separan de Koman, donde un barco me espera a las 9 para ir río arriba en dirección a Fierze. Desde allí una carretera me llevará a las montañas. Me levanto a las 6 y hago el recorrido con tiempo.  La carretera de Shkoder a Koman esta bacheada pero es relativamente buena. Peores he visto yo en España y sobre todo en Italia. No obstante en los hippieblogs que leí antes de venir la pintaban como una aventura por la aún salvaje Albania. No es cierto, lo siento.

Koman es una gran presa donde hay tan sólo un muelle para dos o tres barquitos. Nada más. La presa contiene el río entre las montañas formando tres  lagos artificiales entre Koman y Fierze que se construyeron en los 70-80 durante la dictadura de Hohxa y para lo que hubo que expropiar a toda la gente local para inundar el valle. Hoy el lago y sus barcos dan vida a los actuales pobladores del valle cuyas casitas están distribuidas unas muy lejos de otras en plena naturaleza.

El barco discurre entre montañas y grandes acantilados navegando a paso lento en plena naturaleza. Menudo crucero más increíble por dos duros.Realmente merece la pena este «crucero» con tanta magia, llamado Berisha.

Como añadido en el barco voy con Scott y Jessica, un australiano y una estadounidense que conocí en el hostel de Shkoder. Jessica lleva dos años dando la vuelta al mundo y escribiendo en un blog. Scott es un verdadero cachondo, buena persona y muy risueño. Se nos une Mozera, una albana muy guapa y con una mirada muy viva que habla 4 idiomas. Tras haber vivido en Paris, planea venir a España.

Tras las dos horas y media de recorrido por el lago partimos caminos y subo a la montaña de Valbone La carretera empieza a mostrarme la grandiosidad de estas montañas. Lo gigantesco del paisaje me encoge a cada paso. Definitivamente estas montañas son tan grandiosas como los Alpes.

Tras dejar las cosas en el hotel decido hacer senderismo montaña arriba. El lugar tiene turismo pero muy escaso comparado con las montañas centroeuropeas lo que añade atractivo al lugar. Por el río circula el pedregoso cauce de un río seco que debe ser increíble con el deshielo de la primavera. Me doy cuenta entonces de que el mejor momento de visitar Valbone debe ser alrededor de mayo cuando este valle esté lleno de agua.

Busco una cascada que encuentro también seca, pero la decepción se compensa con conocer a unos simpáticos albaneses con los que pasaré la tarde. Un chico llamado Patrick que trabaja en una consultora en Inglaterra y una chica llamada Bruna me parecen especialmente simpáticos, gente con la que me gustaría mantener el contacto. Realmente viajando se conoce gente increíble…

Pienso mucho sobre esto y en cierto modo creo que es un sentimiento sesgado. Viajando se experimentan las primeras tomas de contacto con mucha gente,  cuando tanto unos como otros tenemos despiertos una gran curiosidad por el otro, una novedad que va implícita con conocer a alguien y una forma de ser que siempre muestra lo mejor de uno mismo. Es cierto que es un sentimiento sesgado pero produce una gran alegría interna poder compartir vivencias con otras personas y dejar un cachito de tu vida con ellas, en Albania, en Kosovo…ellos por su lado formarán en mí una imagen que será mi recuerdo de Albania y de los Balcanes.

Anocheciendo y camino del hotel veo dos personas que me suenan. Paro la moto. ¡Son Scott y Jessica! Paramos a tomar unas cervezas en una cabaña cercana que me permiten hablar más profundamente con Jessica…

Hablando sobre el miedo

Su blog se llama howdareshe.org, cómo se atreve ella. La pregunta número uno que recibe es esa, cómo se atreve a recorrer el mundo sóla siendo mujer. Me habla del miedo: dice que es imposible no tener miedo, todos lo tenemos. La diferencia entre que una persona se atreva o no a algo no está en si tiene miedo o no, la diferencia está en la forma en la que se trata ese miedo, se comprende, se asume y se moldea. Todos tenemos miedo. No hacer algo por miedo a ello es tan sólo no hacer el esfuerzo de comprender, de comprenderse y de reaccionar ante ello. El miedo es necesario y nunca puede ser una excusa para no hacer algo. Hay dos principales problemas del miedo: el primero es que muchas veces justificamos el no hacer algo con multitud de excusas que no son más que no querer asumir y entender nuestro propio temor. No queremos vernos. Pero hay un segundo y es que la mayoría de los miedos surgen del desconocimiento, de no saber qué nos vamos a encontrar. Lo primero se soluciona conociéndose, lo segundo conociendo. En estos viajes yo siento que hago ambas cosas y es quizás eso lo que ha hecho que la confianza que yo tengo ahora en mí mismo no sea ni de lejos la que tenía hace dos o tres años. Los ojos de Jessica muestran lo mismo aunque con creces. Le pregunto algo, no por que quiera saber la respuesta, sino porque quiero saber qué contesta:

– ¿Qué planeas hacer después de tu viaje?

Me responde justo lo que quería y esperaba oír: «no lo se y no me preocupa en absoluto.» – No hay duda en sus ojos, realmente si lo supiera no merecería todo tanto la pena.

Se atrevió, lo hizo, y está viviendo el sueño de mucha gente. There is nothing like ready, nunca se está preparado para dar el paso me dice, nunca.

La voluntad

A la mañana siguiente bajo al muelle. Me vuelvo a encontrar con Bruna, Patrick y los demás que se bañan en uno de los ríos de Valbone. Cuando por fin llego al muelle de Fierze para coger el barco de vuelta encuentro dos simpáticos italianos que viajan en moto, Alessandro y Giulio. Charlo con ellos pero tienen otro barco así que deben marchar. Cuando subo al mío escucho palabras en español…¡un argentino! así conozco a Hernán, un chico risueño de 29 años que lleva más de un año viajando haciendo autostop. Va a Shkoder así que le sigo que por qué no viene conmigo. Contesta que sí encantado y aqui comenzará un pequeño nuevo viaje que nos llevará esa noche a Shkoder, pero que hoy planeamos alargar hasta Kotor, en Montenegro.

Hernan es un chico muy simpático, empático, rápidamente entabla conversación con todo el mundo e intenta aprender siempre de todos los que se encuentra. Sabe palabras en muchos idiomas y pregunta con interés a todos los locales sobre cualquier cosa. Contagia felicidad, es un chico muy risueño. Es la perfecta reencarnación de un pequeño mantra dado por la Madre Teresa que dice algo así como reparte amor allá donde vayas y haz que quienes se cruzan en tu camino sean después de conocerte un poquito más felices. Él es quien más tarde me recordaría este mantra.

Es médico y planea ir haciendo autostop hasta la India. Por ahora quiere estar algunos meses más en los Balcanes y en Europa pero irá llegando poco a poco. Gasta 4-5 euros de media al día y uno se pregunta cómo puede hacerlo: usa couchsurfing para dormir o su propia tienda de campaña. Hace autostop para moverse. No hace falta dinero para viajar me dice, hace falta voluntad. La voluntad es la moneda mas fuerte que tenemos. Somos seres sociales y eso hace que podamos transmitir justo eso, la voluntad, contagiarla.

El poder de inspirar

Siempre dije que Los Mil Mundos iría dedicado a aquellos que tienen el poder de inspirar. Esas personas que con sus vidas y sus vivencias consiguen mover algo dentro de otras personas. Es un poder por el cual se puede afectar a los sentimientos de alguien y también el rumbo de su vida. Jessica lo hace con los miles de seguidores de su blog que sueñan con viajar mientras la leen aburridos en sus oficinas. Hernán me inspira a mi y posiblemente a muchos con los que compartió pequeños trocitos de su viaje. Por ello quiero que hoy, compartamos otro trocito de vida que nos lleve a los dos hasta Montenegro. Hoy más que nunca quiero recordaros aquí, quiero que mis palabras vayan dedicadas a aquellos que tienen el poder de inspirar.