Cuando en 2012 pasé unos meses en Sri Lanka sufría un profundo desamor. Buscaba la compañía de la gente, me reinventaba, aprendía de mis errores…
De esta forma conocí en Thalpitiya a un pescador, Garuatte, al que dediqué este poema que hoy decido compartir con vosotros.
Tú me enseñaste a pescar.
Son las seis de la mañana. Es tiempo de marchar. El mar te espera, ¿oyes cómo te llama? Está justo ahí, en la puerta de tu hogar… ¿o es ese tu hogar?
Es un día más, uno tan hermoso como otro cualquiera. ¿Por qué? Porque no es diferente. Conoces bien esa vida, fue tu padre quién te la enseñó, y con gran orgullo me cuentas el recuerdo de aquel hombre que admiraste.
Apilas esos troncos, empujas tu catamarán. Ahora estás en casa, el mar te recuerda lo que eres.
¿Qué es la vida Garuatte?
Es un día más. Ella no te dio más que otro día más, que cada día agradeciste y ella te recompensó con el siguiente. Trescientas rupias son suficientes para hoy. Estás vivo, el día ha terminado. Venciste de nuevo al mar.
Y sonríes.
Hoy no sales al mar. Sólo pescas en la orilla. Unos pocos peces hoy bastarán. Hoy es día para disfrutar.
¿Cómo me ves? Un estúpido turista y tú tienes algunas conchas que vender. Yo sólo quería aprender de ti…
Y me enseñaste a pescar.
Me ofreces tu sedal. Me muestras dónde excavar para buscar esos crustáceos que hacen las veces de cebo.
No hablabas inglés pero nos entendemos, ¿verdad? Me das esa oportunidad de aprender de ti. ¿Qué podría aprender yo de ti? Siempre estuviste en el mismo lugar…en cambio tus ojos me dicen que vieron más mundo que los míos.
Creo que tú si comprendes lo que yo soy capaz de entender. Por ello me equivoqué. Quizás no me enteré de nada. Yo creía que si.
Pero cometí muchos errores Garuatte. Me haces realmente entender que de ellos no puedo sino aprender. Tuve demasiada suerte, ¿verdad? Al fin y al cabo, seguimos aquí.
¿Qué es la felicidad para ti?
Tan sólo un día más. Estar en el mundo es razón suficiente para ver esa sonrisa. ¿Qué más da? El resto no es tan importante.
Mira ese mar. Son demasiadas gotas. ¿No lo son? Es cierto que el mar echaría de menos tan sólo una de ellas pero… quizás no todo cambiase al final. Nada lo haría.
Creo que le dí demasiada importancia a todo Garuatte, porque tuve demasiado. O eso creía. Quizás era demasiado poco.
Hay mucho por lo que seguir luchando. Tan sólo un día más hace que yo pueda ver esa sonrisa.
Creo que ya empiezo a entenderlo…
¿Tan sencillo es? No, realmente es muy complicado.
Me enseñaste a pescar. Me enseñaste tu sentido de la vida.
Bohoma stutiyi