Tres leyendas de un dragón
Levantarse en el Haus Lackner es una delicia. Andrea, la dueña de la casa, me dice que soy muy canijo para llevar esa moto y me prepara un desayuno como […]
Levantarse en el Haus Lackner es una delicia. Andrea, la dueña de la casa, me dice que soy muy canijo para llevar esa moto y me prepara un desayuno como […]
Dejamos este blog cuando aún acababa de llegar a Turín tras recorrer la Costa Azul. En Turín había encontrado un amable esrilanqués, portero del edificio en que me alojaba, que […]